El autismo está considerado como la causa de discapacidad del desarrollo con mayor crecimiento en el mundo. Su prevalencia en los niños ha aumentado de un caso cada 150, a uno de cada 88, según el informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los EEUU (CDC) publicado en Marzo de este año. Los casos diagnosticados con autismo superan ya la suma de los diagnosticados con diabetes, cáncer y SIDA.
El autismo es una discapacidad permanente del desarrollo del sistema nervioso y funcionamiento cerebral, que afecta a la forma en que una persona interpreta todo su entorno, lo que ve, oye y toca, dificultando su comprensión, uso del lenguaje y relaciones sociales, imaginación y juego. El autismo no es curable, pero es tratable. Estudios internacionales han demostrado que cuando un niño es diagnosticado y recibe la intervención temprana, la educación apropiada y la terapia recomendada por los profesionales y expertos, puede convertirse en un miembro autosuficiente y productivo para la sociedad. Esto hace que el abordaje temprano del autismo tenga una alta rentabilidad, tanto personal como económica. Para ello es imprescindible la detección precoz mediante el establecimiento de protocolos de sospecha y detección, como el CHAT-M dentro de los protocolos de salud infantil y su implantación en las consultas de pediatría, lo que permitiría poner en marcha cuanto antes un tratamiento intensivo prematuro que beneficiaría enormemente a los afectados, permitiendo mejorar su pronostico.
Hace 5 años, el 5 de octubre del año 2007, se celebró el primer Día Europeo del Autismo, bajo el patrocinio de la Unión Europea. Aquel día se pidió a los gobiernos, a las administraciones públicas y al conjunto de la sociedad europea, esfuerzos conjuntos para lograr que las personas con TEA (Trastornos del Espectro del Autismo) pudieran tener una vida digna.
Y es que el autismo sigue siendo una discapacidad “invisible”, desconocida y objeto de discriminaciones, incluso entre el colectivo de las personas con discapacidad, y desde luego no es ajeno a nuestra sociedad, donde hay muchos casos diagnosticados pero también muchos otros por hacerlo.
En la Unión Europea, se espera un aumento del porcentaje de la población mayor de 65 años desde el 17,4% en 2010 al 29,5% en 2060. En base a la proporción en que se diagnostica hoy en día, significa que pronto veremos un gran número de personas de edad avanzada con autismo. Sin embargo, en la actualidad, existe una falta de servicios para las personas mayores con autismo en la mayor parte de Europa. En las Jornadas Europeas del Autismo que se van a celebrar en Lyon ese mismo día, se intentará dar respuesta a preguntas como: ¿Cuáles son las necesidades específicas de las personas mayores con autismo? ¿Cómo se puede planificar el futuro? ¿Cómo podemos financiar los servicios necesarios? ¿Qué buenas prácticas en los servicios de atención a la tercera edad existen hoy en día que puedan servir de base para crear puntos de referencia para el futuro?
La Asociación Proyecto Autismo, ASPAU, invita a los ciudadanos a reflexionar y actuar en este Día, promoviendo su interés por las personas con autismo, para facilitarles las mismas posibilidades de vida plena en todo su ciclo vital, desde la niñez hasta la vejez.
El desconocimiento es nuestro peor enemigo, genera miedo y desconfianza, de ahí la importancia de días como el 5 de Octubre y el 2 de Abril, de seguir con esta labor el resto de los días del año mediante el uso de las redes sociales, medios de comunicación, jornadas, actos y campañas como la que recientemente ha puesto en marcha la Confederación Autismo España "El Autismo te habla, sigue las señales". Estamos convencidos que el acercamiento, difusión y sensibilización del autismo a la sociedad es un paso fundamental para promover cambios, y que aunando esfuerzos entre TODOS, las Asociaciones, Administraciones Públicas, los familiares, las personas con autismo, los profesionales y los ciudadanos comprometidos, lo vamos a lograr.
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