El día 1 de abril de 2009 se puso en marcha el Programa AMI-TEA (Atención Médica Integral para pacientes con trastornos del espectro autista) en el Departamento de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. El objetivo principal es proveer de atención psiquiátrica y atención médica especializada a pacientes TEA de todas las edades de toda la Comunidad de Madrid y facilitarles el acceso a los servicios sanitarios públicos. Se trata de un Programa pionero que pretende facilitar el acceso a los servicios médicos especializados a los pacientes, proveyendo los medios logísticos necesarios para minimizar las barreras que sus dificultades de comunicación y comportamiento les generan para poder acceder a dichos servicios. Dada la baja prevalencia de estos trastornos, la experiencia de muchos profesionales médicos con las peculiaridades de esta población es muy baja y, por ello, la centralización de la atención permitirá dar una atención especializada e individualizada a estas personas. Los profesionales del Programa (psiquiatra, enfermero, psicólogo) identificarán todas las necesidades de atención médica de estos pacientes y podrán los medios necesarios para que el sistema sanitario dé una respuesta adecuada, coordinada y eficiente a esas necesidades. La especialización, la individualización, la coordinación entre servicios y la eficiencia en la respuesta serán los ejes conductores.
El Programa se integra dentro de las actividades de la Unidad de Adolescentes del Departamento de Psiquiatría del Hospital. Unidad que destaca, además de por su calidad asistencial, por un importante componente docente e investigador. Mara Parellada es la coordinadora.
Para María Isabel, llevar a su hijo al hospital siempre ha sido un vía crucis. David, que ahora tiene 42 años, es autista, y los médicos nunca han sabido cómo tratar a estos pacientes con problemas de comunicación. "Le han tachado de loco, de psicótico, de sordo e incluso decían que mi hijo era un maleducado por no contestar a sus preguntas", cuenta María Isabel Bayonas, presidenta de la Asociación de Padres de Autistas. "Hasta me aconsejaron que lo llevara al manicomio; menos mal que no lo hice", añade.
A mi hijo le han tachado de loco
Como ella, las 37.500 familias de autistas que hay en Madrid han sufrido la incomprensión de los médicos hacia su problema, pero eso ya es agua pasada. Ahora, cuando estas personas enferman, pueden llevarlas al hospital Gregorio Marañón, donde han puesto en marcha la primera Unidad de Tratamiento Integral para pacientes con autismo de España.
Su equipo de tres psiquiatras, un psicólogo y un enfermero tiene experiencia en el trato con personas con autismo. "Son profesionales de alta cualificación, con sensibilidad y conocimientos para interpretar lo que intenta decir un autista", explica Bayonas, una de las impulsoras de este proyecto, junto a la Consejería de Sanidad.
A mi hijo le han tachado de loco
Como ella, las 37.500 familias de autistas que hay en Madrid han sufrido la incomprensión de los médicos hacia su problema, pero eso ya es agua pasada. Ahora, cuando estas personas enferman, pueden llevarlas al hospital Gregorio Marañón, donde han puesto en marcha la primera Unidad de Tratamiento Integral para pacientes con autismo de España.
Su equipo de tres psiquiatras, un psicólogo y un enfermero tiene experiencia en el trato con personas con autismo. "Son profesionales de alta cualificación, con sensibilidad y conocimientos para interpretar lo que intenta decir un autista", explica Bayonas, una de las impulsoras de este proyecto, junto a la Consejería de Sanidad.
Serán intérpretes
Este grupo, además, servirá de intérprete, para facilitar la comunicación entre el paciente y los médicos que tengan que tratarle. "Son incapaces de comunicarse y hay que saber entenderlos; gritan y dan golpes porque no saben decir que les duele una muela o la cabeza", apunta esta madre.
Para una persona con autismo es fundamental sentirse comprendido. "Lo importante es que no se sienta raro, que note que la gente cuenta con él; ellos sufren mucho cuando se dan cuenta de su incapacidad", según Bayonas.
La unidad del Gregorio Marañón también será "un descanso y una tranquilidad" para las familias: "Me he esforzado 42 años en hacer feliz a mi hijo, y ahora es él quien nos hace felices a nosotros", concluye María Isabel.
ASPAU espera que el resto de Comunidades, incluida la Valenciana, imiten este tipo de actuaciones, tan beneficiosas y fundamentales en el Area de Salud, no podemos más que felicitar al Gobierno Autonómico de Madrid por tan acertada decisión.
0 Comments:
Post a Comment